Estrabismos
El estrabismo es aquella condición en que uno de los dos ojos se mantiene desviado. Puede ser que lo haga de forma constante o intermitente, y que estéticamente se pueda apreciar más o menos en cualquiera de las direcciones: lateralmente (hacia dentro o hacia fuera), o verticalmente (observamos un ojo más alto que otro), o la combinación de ambas.
SÍNTOMAS:
Cuando el estrabismo es constante y aparece durante el desarrollo, no suele dar síntomas aparentes ya que el ojo desviado suele ser suprimido por el cerebro y el niño se adapta a esta condición.
En ocasiones la desviación aparece de forma intermitente y el cerebro no suprime la visión del ojo estrábico ocasionando visión doble, dolores de cabeza, mareos…
Los niños con problemas de estrabismos suelen tener dificultades en aquellos deportes que requieren mayores destrezas en coordinación ojo-mano o control del espacio (baloncesto, fútbol, tenis, etc..), ya que no han desarrollado una visión en profundidad o visión en 3D.
TRATAMIENTO:
La mayoría de estrabismos no son causados por un problema muscular, si no que los dos ojos no han aprendido a trabajar juntos y es uno de los ojos el que decide tomar la iniciativa, anulando las condiciones visuales del otro.
Es por ello que muchas veces la cirugía no funciona, ya que aunque corten el músculo, el cerebro sigue sin saber coordinar ambos ojos y al cabo del tiempo vemos cómo el paciente vuelve a desviar.
La terapia visual es otra alternativa a la cirugía, no agresiva, donde además de mejorar la estética se busca la funcionalidad del sistema visual enseñando al cerebro a usar los dos ojos.
Si el adulto presenta estrabismo puede ser que haya aparecido de forma repentina, (a causa de una embolia o traumatismo) o lo haya tenido desde la infancia. Dependiendo de la causa y edad de aparición del estrabismo el pronóstico de mejora será diferente, por ello es importante su valoración por parte del optometrista.
