Examen optométrico completo: un paso hacia la salud visual

Nos encontramos en un mundo totalmente visual, donde la mayoría de nuestro aprendizaje se realiza a través de nuestros ojos. Es por eso que el cuidado de la visión se convierte en una prioridad fundamental para garantizar un óptimo rendimiento académico y laboral. Realizar periódicamente un examen optométrico se vuelve de vital importancia.

El examen optométrico es un conjunto de pruebas estandarizadas realizadas por un profesional optometrista con el objetivo de evaluar la eficacia de nuestro proceso visual.

Nuestra visión involucra diversas habilidades, como la nitidez de las imágenes que percibimos, la forma en que movemos nuestros ojos y la manera en que interpretamos la información que recibimos a través de ellos.

Componentes clave del examen optométrico

Es fundamental distinguir entre los conceptos de "vista" y "visión". La vista se refiere a la capacidad de obtener una imagen nítida en la retina, la cual será interpretada por la parte occipital de nuestro cerebro. Sin embargo, la visión implica la manera en que percibimos y reconocemos el espacio que nos rodea, y va más allá de la simple captación de una imagen. Por ejemplo, podemos ver una botella nítidamente sobre la mesa, pero si nuestra información visual es incorrecta, podemos cometer errores al intentar alcanzarla.

Para comprender adecuadamente el espacio visual, es esencial que se activen una serie de mecanismos que permitan una eficacia visual óptima. El optometrista llevará a cabo una evaluación minuciosa de las habilidades visuales y realizará un diagnóstico preciso de la calidad de la función visual.

La tecnología en el examen optométrico

Los avances en tecnología nos han permitido utilizar pantallas digitales polarizadas en la evaluación de diversas habilidades visuales, tanto en visión cercana como lejana. Hemos superado la época en la que era necesario tapar un ojo para evaluar la agudeza visual de cada uno, lo que proporcionaba información irreal sobre cómo el paciente utiliza su visión en la vida cotidiana, ya que raramente cubrimos un ojo en situaciones normales. Las pantallas polarizadas nos permiten medir la agudeza visual de cada ojo sin necesidad de taparlo, lo que se asemeja más a las condiciones naturales de visión.

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Además, dispositivos computarizados como el topógrafo nos permiten realizar un examen exhaustivo de la córnea y facilitan la adaptación precisa e individualizada de lentes de contacto en casos de queratocono, corneas irregulares o control de la miopía mediante la técnica de Ortoqueratología.

En el campo de la terapia visual, disponemos de plataformas que permiten realizar tratamientos complementarios en el hogar y monitorear los resultados desde la consulta, lo que mejora la eficacia de los tratamientos visuales.

Evaluación de las habilidades visuales:

En un examen optométrico, es esencial evaluar el estado de diversas habilidades visuales que influyen en la calidad de la visión y el rendimiento visual. Estas habilidades incluyen:

• Visión cercana y lejana: la capacidad de enfocar objetos tanto cercanos como distantes. Esta habilidad es crucial para llevar a cabo actividades cotidianas y lograr un rendimiento académico o laboral óptimo.
• Visión periférica: una visión completa y periférica es fundamental para la seguridad y un rendimiento visual efectivo en situaciones diarias y actividades específicas.
• Coordinación ocular: la coordinación entre ambos ojos es esencial para lograr una visión nítida y sin esfuerzo, garantizando una experiencia visual cómoda y eficiente.
• Movimiento ocular: la capacidad de mover los ojos y adaptarse a diferentes situaciones es esencial, especialmente al leer, conducir y realizar tareas cotidianas. Este análisis es crucial para mantener una visión cómoda y eficaz.
• Cambios de enfoque: la habilidad de cambiar el enfoque visual de manera fluida, necesaria para actividades como la lectura y tareas que implican cambios frecuentes en la distancia de visión.
• Procesamiento visual y sensorial: el cerebro interpreta la información visual y la integra con otros sentidos, permitiéndonos percibir y comprender de manera efectiva el mundo que nos rodea.

Prevención y diagnóstico de condiciones visuales:

La prevención desempeña un papel crucial en el mantenimiento de una visión saludable a lo largo de la vida y en la detección temprana de enfermedades visuales. Es esencial realizar exámenes optométricos desde edades tempranas. A los 6 meses, podemos detectar asimetrías en la función visual, como defectos refractivos (miopía, astigmatismo o hipermetropía) significativos. La detección temprana de estas asimetrías puede prevenir el desarrollo posterior de estrabismo u ojo vago.

A los 3 años, cuando los niños comienzan a enfocar la vista a través del dibujo o el juego, es crucial realizar una evaluación exhaustiva, ya que muchos problemas visuales se manifiestan en esta etapa. A los 5 años, es fundamental evaluar si el niño tiene un sistema visual adecuadamente desarrollado para iniciar el aprendizaje de la lectoescritura sin obstáculos visuales.

A partir de ese momento, las demandas visuales continúan, y se deben realizar exámenes anuales para anticipar posibles alteraciones visuales. Debemos tener en cuenta que el avance de la tecnología, aunque mejora la calidad de vida, también presenta riesgos para la salud visual, como el aumento de la miopía. Adoptar hábitos visuales saludables, como estudiar con buena iluminación, practicar deportes y pasar tiempo al aire libre, puede ayudar a ralentizar el desarrollo de la miopía y reducir el riesgo de enfermedades asociadas, como el desprendimiento de retina o la DMAE.

Importancia del examen regular: casos y estadísticas

Según el Instituto Nacional de Estadísticas, con datos actualizados del 2020, se revela que cuatro de cada diez jóvenes en España requieren gafas o lentes de contacto para ver correctamente. Un 42.36% de jóvenes de 15 a 24 años y el 40.93% de los de 25 a 34 años presentan alguna alteración visual que afecta su calidad de visión. Además, se ha observado que a medida que el nivel de estudios aumenta, la prevalencia de problemas visuales también se incrementa. Un 53.10% de jóvenes de 15 a 24 años con estudios superiores necesitan corrección visual, en comparación con el 37.8% de aquellos con estudios básicos.

Es importante destacar que estas estadísticas no reflejan necesariamente el tiempo que se pasa frente a pantallas, ya que hoy en día, el nivel de estudios no siempre se correlaciona con el tiempo dedicado a la visión cercana en dispositivos electrónicos como móviles, tablets y ordenadores.

Además de estas cifras, el Consejo General de colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) informa que aproximadamente el 34% de la población infantil en España tiene dificultades visuales. Entre el 5% y el 10% de los preescolares y el 25% de los escolares necesitan corrección visual. Detectar problemas visuales en etapas tempranas es fundamental, ya que el desarrollo cognitivo de una persona está estrechamente relacionado con la visión. En casos extremos, encontramos bebés que nunca han tenido un examen visual y, en la edad preescolar, se descubre una miopía significativa que ha afectado su interés por explorar su entorno, con consecuencias en su desarrollo motor. También se encuentran casos de ambliopía, conocida como "ojo vago", que no se diagnostican hasta los 7 u 8 años, lo que ya ha generado problemas de visión binocular alterada.

Hoy en día, enfrentamos una pandemia silenciosa: la miopía. Laboratorios e instituciones están investigando para desarrollar lentes oftálmicas y técnicas de adaptación de lentes de contacto que ayuden a prevenir el crecimiento progresivo de la miopía, especialmente en personas cada vez más jóvenes que la desarrollan.

Promoviendo una visión saludable

En Fem Visió, comprendemos la importancia de abordar estos desafíos visuales de manera individual y personalizada, especialmente en edades tempranas. Nuestro objetivo es prevenir cualquier anomalía visual y proporcionar la mejor calidad visual posible.

Realizar exámenes visuales periódicos anuales es fundamental para prevenir disfunciones visuales y enfermedades oculares. Además, mantener una buena higiene visual es esencial para el cuidado de la vista. Algunas normas de higiene visual incluyen:

• Descansar durante 20 segundos cada 20 minutos de trabajo cercano.
• Mantener una iluminación adecuada al usar dispositivos electrónicos.
• Utilizar una lámpara de escritorio para evitar sombras en la lectura o escritura.
• Mantener una postura adecuada con los pies en el suelo y la espalda apoyada en la silla.
• Ajustar la distancia de trabajo en visión cercana a la longitud del brazo.
• Mantener el área de trabajo ordenada en actividades cercanas.
• Pasar tiempo al aire libre con luz solar.
• Realizar ejercicio de manera regular.
• Mantener una dieta saludable.

En Fem Visió, estamos comprometidos con la salud visual y ofrecemos la atención personalizada necesaria para promover una visión saludable en todas las etapas de la vida.