CONSECUENCIAS DEL ESTRABISMO EN EL ADULTO
El estrabismo es una condición en la que uno de los ojos se desplaza lateralmente o verticalmente respecto al otro dando como resultado una desviación manifiesta del ojo afectado.
Cuando este desplazamiento supera las 20 Dioptrías Prismáticas, suele apreciarse estéticamente, pero cuando esta desviación es inferior, los ojos se ven perfectamente alineados pudiendo pasar desapercibido a lo largo de toda la vida.
En ocasiones el paciente acude a la consulta del oftalmólogo u optometrista por una sintomatología visual, como dolores de cabeza, mareos , visión doble de forma continua o intermitente, los cuales han ido apareciendo de forma progresiva y aumentando en demandas mayores de la visión o con el aumento de edad.
Estos síntomas podrían ser provocados por una alteración de las habilidades visuales que en muchos casos son consecuencia de una mala coordinación ocular.
Para ver nítidamente un objeto, necesitamos que los dos ojos alineen sus ejes visuales en una trayectoria convergente con el objeto que fija, éste proyectará la luz a un punto de la retina llamado fóvea. Esta proyección es lo que llamamos localización espacial. Esta imagen viajará a través de las cintillas de los nervios ópticos hasta el lóbulo occipital, donde el cerebro fusionará la información de ambos ojos en una y pondrá en marcha los mecanismos necesarios para dar un significado a la información recibida.
Si uno de los ojos se encuentra desplazado respecto al otro, la localización espacial será diferente y el cerebro lo percibirá como dos imágenes completamente diferentes, por lo que no activará el mecanismo de fusión. Como la visión doble es una condición muy incómoda, en las etapas de desarrollo , donde la plasticidad del cerebro está en todo su auge, se crearán adaptaciones, como supresión de un ojo o posturas anormales de la cabeza que compensaran esta incomodidad.
El estrabismo es un padecimiento oftalmológico frecuente que afecta entre 2 y 4% de la población infantil (Mohney BG, 2007, Sept). Estos son los casos en que hay una desviación manifiesta y están clasificados como estrabismos, pero que ocurre con aquellos que su desviación es inferior a 20 Dioptrías prismáticas pero sigue habiendo una disfunción en la coordinación ocular.
En las consultas optométricas encontramos muchos pacientes que fueron operados en su infancia de estrabismo y en su día fueron dados de alta, pero en edad adulta comienzan a tener muchas dificultades para realizar las tareas cotidianas. Son pacientes que sus ojos se ven perfectamente alineados, pero la forma en que su cerebro aprendió a mirar continua siendo errónea, y al ir perdiendo la plasticidad cerebral, pierden también la capacidad de adaptación.
El optometrista especialista en Terapia Visual, puede ayudar a estos pacientes a romper las adaptaciones que ha ido realizando durante toda su vida, mediante nuevas experiencias visuales conseguidas a través del instrumental adecuado, y llevarle a un conocimiento de la visión mucho más eficaz, obteniendo como consecuencia el restablecimiento de la coordinación ocular.